miércoles, 9 de octubre de 2013

M1 UF1: De mi experiencia como aprendiente a las bases de mi desarrollo profesional.

1. ¿Partimos de cero para ser profesionales de lenguas extranjeras?

A esta primera pregunta mi respuesta fue si, y quizás mi respuesta está influenciada por las motivaciones personales que me llevan a hacer cursos de formación o actualización. Lógicamente la pregunta apuntaba a todas esas competencias adquiridas con las que llegamos a este punto de partida: por ejemplo, nuestra propia experiencia como aprendientes. 

Creo que algo que puede ayudar bastante a ser un profesional de lenguas extranjeras es la curiosidad y las ganas de aprender cosas nuevas. Aunque uno tenga experiencia como docente, aunque se tenga experiencia en la enseñanza de español como lengua extranjera, siempre habrá un grupo "nuevo" de alumnos que ponga todas nuestras competencias y conocimientos a prueba.


Volviendo al tema de la propia experiencia como aprendiente de una lengua extranjera, el mejor profesor que he tenido a lo largo de mi trayectoria ha sido: Silvia, mi profesora particular de inglés. Solo tenía dos clases por semana, pero logró abrir un mundo completamente desconocido para mí en aquel tiempo, cuando apenas tenía 8 o 9 años. Era algo completamente diferente a lo que hacíamos a diario en la escuela, ella no era profesora de inglés, era veterinaria, pero había vivido casi toda su vida en Inglaterra, donde aprendió español. Por ende, su propia experiencia como aprendiente de español como LE, más su experiencia como profesora de la universidad, le permitían transmitir perfectamente sus conocimientos, y cada una de sus clases eran una aventura. Quizás lo que se me hacía más pesado era la tarea que me daba, porque tenía que resolver todo sola, pero fue justamente haciendo estas tareas interminables, como me hice una rutina de estudio que con el paso del tiempo fue incluyendo canciones, películas hasta que llegué al placer de disfrutar la lectura en inglés. 

¿Qué me resulta más fácil y más difícil en el aprendizaje de lenguas extranjeras?

Hablar no me resulta difícil (nivel de dificultad 1), porque me gusta la comunicación oral. Escribir también es otra de las actividades que disfruto cuando aprendo una lengua extranjera (nivel de dificultad 2) al igual que leer (nivel de dificultad 2), aunque reconozco que tanto escribir como leer requieren un esfuerzo extra. Y lo que más me cuesta, sobre todo al principio, es escuchar (nivel de dificultad 3), ya que aquí interfieren otros factores, como por ejemplo la velocidad del habla y el propio acento de cada interlocutor. 
¿Qué actividades me resultan más útiles para aprender?
Hacer traducciones
Intercambiar información con un compañero para completar una tarea
Ver fragmentos de pelí­culas
Leer noticias o artí­culos de periódicos y revistas
Elaborar listas de palabras
¿Por qué?
Traducir me ayuda a ampliar mi vocabulario, y perfecciona mis conocmientos de gramática -sobre todo los usos-, cuando traduzco de una lengua extranjera a la mía. Intercambiar información con un compañero siempre le pone una cuota de realidad a lo que hacemos. En las pelí­culas (escuchándolas, viéndolas, etc.) puedo poner en práctica mis conocimientos y adquirir nuevos. Leer me ayuda a repasar y fijar vocabulario y gramática. Elaborar listas de palabras es algo que disfruto, porque es la manera más eficiente que tengo para aprender vocabulario. 
¿Qué tipos de evaluación considero de mayor utilidad? ¿Por qué?
En mi opinión la evaluación de aprovechamiento es de mayor utilidad, porque nos permite ver si se han cumplido los objetivos establecidos, tanto por parte del profesor, como del alumno. 

¿Cómo prefiero ser evaluado en una clase de lengua extranjera?

1º Exámenes 
2º Exposición oral 
3º Trabajos escritos 
4º Autoevaluación 
5º Evaluación de compañeros 
¿Por qué?
Los exámenes ponen a prueba nuestras competencias generales, y bien elaborados, arrojan resultados bastante objetivos. La exposición oral nos permite poner a prueba nuestro dominio de lo aprendido. Los trabajo prácticos, nos permiten investigar e interactuar sin son en grupos, pero solo evalúan una parte del aprendizaje. En la autoevaluanción, aunque sea a través de métodos muy desarrollados, no creo que se pueda rendir o dar el 100% de lo asimilado. Ser evaluado por compañeros carece de objetividad. 

2. Reflexione sobre las siguientes cuestiones:
¿Por qué quiero ser profesor de lenguas extranjeras?
Quiero ser profesora de LE, porque además de poder ejercer la docencia, que es mi vocaciòn, puedo compartir con mis alumnos extranjeros mi cultura y la de los países hispanohablantes, nuestras costumbres, y todo lo que conlleva el aprendizaje de una lengua extranjera. 
¿Cuáles son mis puntos fuertes para ser profesor de lenguas extranjeras (conocimientos, habilidades, actitudes)?
Creo que mis puntos fuertes son: la capacidad de adaptación a diferentes entornos y situaciones, hacer las cosas con mucho amor y responsabilidad, la firme determinación de seguir aprendiendo y capacitándome. 
¿Cómo me planteo formarme y desarrollarme profesionalmente? ¿Qué voy a hacer?
Me gustaría poder hacer una maestrí­a en la enseñanza del español como lengua extranjera. 
¿Qué objetivos tengo?
Mi principal objetivo es hacer que mis alumnos sean autodidactas, que disfruten del proceso de aprender español y despertar su curiosidad acerca de la cultura y costumbres de los paí­ses hispanohablantes. 
¿Qué preguntas me planteo en este momento sobre ser profesor de lenguas extranjeras?
Mi principal preocupación es el tema de la motivación, no solo de los alumnos, sino del profesor también. Los alumnos son cada vez más "tecnológicos", y mantenerlos motivados exige estar al tanto de que tipo de cosas llaman su atención. El profesor necesita estar un paso más adelante, y hacer de la tecnología un aliado, sin morir en el intento. Y entonces aparece el tema de si esta profesión es redituable o no, pues capacitarse también requiere una inversión económica. Entonces ¿Seré capaz de mantener motivados a mis alumnos sin perder mi propia motivación? ¿Será mi profesión lo suficientemente redituable para vivir de ella y afrontar los gastos de capacitación y formación? 

Esto me ha permitido reflexionar sobre los conocimientos que ya poseo, y de los cuales he de valerme como profesional de ELE. Mis propias experiencias como alumna, los profesores que han influido en mi manera de enseñar. 

Cuando recién vine a China, y entendí que no podía pasar de un método de estudio a otro, sin que los alumnos hagan un proceso de transición, me vi enseñándoles fonética como lo hiciera mi maestra de primer grado en la escuela primaria. Todos los días dedicábamos 10 minutos de la clase a silabear y repetir el alfabeto. Esta manera de estudiar/aprender es la regla para ellos, y sin darse cuenta, esos 10 minutos poco a poco se fueron transformando en 10 minutos de comprensión auditiva cada día, que es algo a lo que no están tan familiarizados, les cuesta mucho, pero sin embargo, su propio idioma al llevar tonos, les ha permitido desarrollar la habilidad del "oído", y la transición siempre ha resultado. 

Para mi era muy importante transmitirles el desafío de la comprensión auditiva, porque como estudiante de idiomas, siempre fue lo que más me costó. Y así poco a poco íbamos escuchando a hispanohablantes de diferentes países, e iban descubriendo los distintos acentos. Pequeños audios, de 3 o 4 minutos, donde personas se presentan o presentan a su país o a un amigo. Ahora hay mucho material en la web, pero en aquel tiempo era la voz de mi amiga M. que trabajaba como maestra de español en otra provincia china. Y sus alumnos también escuchaban mi voz. Audiotextos breves, como preparar una taza de café, como indicar una calle, etc.  

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